¿En qué consiste?

El estrés derivado de la Esclerosis Múltiple (EM), sumado a la inestabilidad social actual provocada por agentes externos, sitúan a los afectados/as por la EM y sus familiares en un entorno que dificulta en gran medida el control de las emociones. Este programa permitirá a los afectados de Esclerosis Múltiple tener un control más eficaz de las emociones que surjan dentro de los ámbitos personales y profesionales. Mediante las actividades realizadas, los pacientes serán capaces de abandonar patrones de vida negativos, pensamientos e ideas que les impiden ver aspectos clave del día a día que no responden a sus necesidades.

El programa se llevará a cabo durante 3 meses, realizando 2 sesiones a la semana de una hora de duración. Las sesiones son grupales acorde al espacio disponible. Cada semana se realizará una actividad según el temario del proyecto con la finalidad de aumentar la flexibilidad y accesibilidad de las sesiones a los usuarios.

Objetivos

• Comprender cómo funciona el piloto automático, qué es y en qué se fundamenta. Qué características tienen el modo automático y el modo atento. Con el objetivo de comenzar a crear hábitos positivos.
• Aprender a detener el modo automático de pensar y, a través de los sentidos, introducir las sensaciones corporales, atentos y sin juzgar o analizar lo que está pasando. Así, tendremos más claridad sobre cuáles son los diferentes matices de la mente: la mente que piensa, la que siente, la que percibe, etc.
• Conducir la mente en el proceso de integración continuo mediante el movimiento. El cuerpo siente, la mente siente y también sentimos lo que los otros sienten. Nos introduciremos en el concepto de empatía para aceptar que la vida es también una comprensión profunda.
• Sentir cómo se forman los pensamientos. Aprender que los fenómenos de la mente no son hechos.
• Afrontar las dificultades de forma consciente. Ver la necesidad no solo de aceptar, sino de atravesar el patrón de victimización con amabilidad y generosidad en la vida.
• Aprender a experimentar que incluso los hechos desagradables pueden desvanecerse en la mente. Reconocer gradualmente que los sentimientos de bondad, compasión y generosidad que hemos empezado a practicar comienzan a enraizarse en nuestra mente y generan en nosotros mismos amabilidad y generosidad.
• Empezar a comprender la relación que existe entre hábitos y estado de ánimo, comportamientos y patrones. Identificar estos patrones, observando con claridad cada vez que surge uno de ellos para sustituirlo por otro más saludable.