¿En qué consiste?

La alimentación es un proceso mediante el cual ingerimos alimentos con la finalidad de poder nutrirnos, hidratarnos y poder satisfacer nuestra necesidad de comer y beber. La disfagia supone una imposibilidad para transformar y transportar los alimentos desde la cavidad oral hasta el estómago. Un tipo de disfagia frecuente que se localiza en las personas con Esclerosis Múltiple (EM) es la disfagia orofaríngea, lo que implica que las dificultades surjan a la hora de manejar y trasladar el alimento desde la boca hasta el esófago. La esclerosis múltiple tiene una importante prevalencia entre un 30-50% en personas con EM. La disfagia supone un riesgo elevado de malnutrición y deshidratación al no poder ingerir alimentos de manera normalizada. Dado que la cavidad oral pertenece al sistema respiratorio a la vez que al sistema digestivo, existe un elevado riesgo de que el alimento entre en la vía aérea e invada sus pulmones, generando de forma frecuente patología respiratoria que le puede llevar incluso a la muerte. La disfagia supone una condición que limita a la persona en su desempeño diario y que le pone en riesgo de padecer patología respiratoria así como el riesgo de comorbilidades.

Objetivos

• Disminuir el impacto de la disfagia en la vida de personas con EM.
• Identificar a las personas en riesgo de sufrir disfagia.
• Dotar de información sobre la disfagia.
• Sensibilizar sobre la importancia de la prevención y su tratamiento temprano.
• Ofrecer una atención individualizada a cada caso.
• Acerca el servicio a entornos fuera de la asociación: domicilios, centros residenciales, etc.
• Apoyar a profesionales y familiares en la adaptación de la alimentación.
• Intervenir desde la adaptación, no desde la prohibición.
• Disminuir las graves complicaciones que provoca la disfagia.
• Facilitar que la persona con disfagia continúe disfrutando de la comida y atender a sus gustos y preferencias sobre ella.